27.9.10

dilema

no sé qué decirle a mi portero cuando me lo cruzo a la mañana...
estoy saliendo de mi casa,a sí que correspondería decirle "chau". pero a veces me sale "hola"... porque nunca le dije hola antes de tener que decirle chau.

yo creo que en el fondo, Carlos (se llama Carlos, sí) siempre espera a que yo diga algo primero. y si digo "hola" me dice "chau" (y viceversa). es su juego macabro de las 7.20 am. el placer perverso de conocer mi dilema y reírse de él en mi cara...pero sin reírse. además, los guantes negros que usa para baldear el piso a esas horas, la sonrisa que ve venir el momento, la forma de agarrar el secador... escalofríos.

1.9.10

mirror, mirror (off the wall)

Hablando con mi amiga M. acerca de lo que cada uno representa para los demás...

no sé, en verdad. el reflejo que cada uno puede percibir sobre uno mismo en la mirada de los otros es algo absolutamente mágico (o místico, o algo). dónde demonios (en la infinidad del cosmos) se determina qué produce cada uno en el otro, cómo impacta, qué fantasías o imaginarios despierta. es loco. aleatorio. si tengo o no tengo dominio sobre aquello me excede. por supuesto depende no sólo de uno sino también de la mente (psiquis, cerebro, corazón, tripas) del observador. pero esa parte que depende efectivamente de uno es la que más llama la atención. ¿qué hice yo para merecer esto? (¿qué hice yo concientemente para generar esto o lo otro en X persona?)
otra cosa interesante, o no tanto, es reconocerse o no en eso que uno genera. el espejo de los ojos del otro es como esas cosas que se ven en las ferias sólo en las películas yanquis..."la casa de los espejos", y uno entra en ese pasillo macabro lleno de espejos que deforman, que nos arrojan formas raras, bizarras, interpretaciones distintas de un mismo objeto (en este caso, nosotros mismos). estamos permanentemente en la casa de los espejos, entonces. muchas veces, de hecho, uno trata de reconocerse en los ojos de los demás...y si gusta lo que veo (aunque mi opinión sobre mi misma sea bastante distinta, de hecho), me quedo un rato mirándome ahí.
que alguien me conozca, implica que vea en mí lo que yo misma veo? exáctamente lo mismo? y si mi percepción también está afectada por mis fantasías, mis imaginarios, mis sensaciones sobre mí misma, y las miradas (las imágenes de los espejos) son más reales, menos juiciosas, menos manchadas que la propia? miedo.
por algo (y evidentemente no está en la finalidad de este post definir ese algo) una persona X me ve como me ve, y descubre en mí lo que descubre, y yo tengo la capacidad de despertar en este extraño una sensación particular, por ahí inesperada (generalmente in-intencionada), que a veces me deja con esa idea de que lo que veo en su espejo es una versión de mí que me gusta más que la que yo veo (de ahí lo inesperado), y a veces me gusta menos. si me identifico o no me identifico, es un tema. si lo acepto, y aprendo a verme un rato en ese espejo...
no sé. el impacto y la imagen que nos devuelven. a M y a mí no nos quitó el sueño, pero casi.