30.9.07

para hacer bien el amor...

Por si acaso se acabe el mundo
todo el tiempo he de aprovechar
corazon de vagabundo
voy buscando mi libertad
he viajado por la tierra
y me he dado cuenta de que
donde no hay odio ni guerra
el amor se convierte en rey.
tuve muchas experiencias
y he llegado a la conclusion
que perdida la inocencia
en el sur se pasa mejor.

para hacer bien el amor
hay que venir al sur
para hacer bien el amor
iré donde estas tu
sin amantes
quien se puede consolar
sin amantes
esta vida es infernal
para hacer bien el amor
hay que venir al sur
lo importante es que lo hagas
con quien quieras tu
y si te deja no lo pienses mas
buscate otro mas bueno
vuelvete a enamorar

todos dicen que el amor
es amigo de la locura
pero a mi que ya estoy loca
es lo unico que me cura
cuantas veces la inconsciencia
rompe con la vulgaridad
venceremos resistencias
para amarnos cada vez mas
tuve muchas experiencias
y he llegado a la conclusion
que perdida la inocencia
en el sur se pasa mejor

para hacer bien el amor
hay que venir al sur
para hacer bien el amor
iré donde estas tu
sin amantes
quien se puede consolar
sin amantes
esta vida es infernal
para hacer bien el amor
hay que venir al sur
lo importante es que lo hagas
con quien quieras tu
y si te deja no lo pienses mas
buscate otro mas bueno
vuelvete a enamorar













(recuerden el ritmo, pido encarecidamente)

26.9.07

me siento sola, Gise

Yo no sé muy bien cómo se combate la soledad. Además, en verdad, hay tantas soledades que se complica el panorama a la hora de tratar de curarlas. Si es que se cura, ¿no? porque por ahí siempre tiene que existir alguna soledad. ¿quién sabe?
Hay soledad “espiritual”, la cual me fue descrita como “sentirse perdida”; dentro de una misma, supuse yo. Como que no te encontrás por más que te busques. Y esa búsqueda termina siendo dolorosa la mayoría del tiempo, porque de a ratos creés que la respuesta está ahí... que esta soledad del espíritu se cura con esto o con lo otro, y ¡patrañas!, te das cuenta que no y eso duele como caerse de una calesita que da vueltas a 45 kilómetros por hora; y caerse y darse de lleno en el cóccix, ¿eh?, que sigue doliendo un buen rato y te proyecta dolor para todos lados.
Hay soledad también cuando se está con alguien, y esa es de las peores. Es una sensación terrible. Y culpás al que tenés al lado por maldito: por dejarte sola, y encima quedarse ahí, como disimulando. Y sabés que él no tiene la culpa. Jamás tiene la culpa porque la culpa la tenés vos, por estar sola y sentirte sola y no saber arreglártelas para dejarlo entrar, dejarlo acompañarte. Porque algo se rompió y los intentos de no estar excluida, intentos de comunicarte tirando brazos hacia la superficie estúpida y desesperadamente, para no ahogarte en el mar de nadie, son lo más trágico de todo. Son intentos patéticos que te dan bronca y te dejan más sola todavía.
Hay soledad también en el día a día. Más en ese día a día que antes era uno y ahora es otro. La adaptación a una rutina nueva nos puede dejar en el aislamiento más absoluto. Porque en sí la rutina te hace sentir terrible a veces, como si fueras una jodida marioneta de la jodida cotidianeidad, y como si el futuro no te deparara más que días y días iguales, calcados, como esos grabados que hacés con un molde de yeso y los pasás a hojas y hojas y siempre hay más pintura y más hojas y más molde igual ad infinitum. Y entonces esperás que algo cambie. Esperás que algo cambie todos los días y esperar se hace rutina y entonces llanto, porque acostumbrarse a estar esperando es más desconcertante que cualquier cosa.
Y si encima, entonces, te toca adaptarte a una rutina nueva, cuando habías aprendido la magia de la rutina anterior (las muesquitas del yeso, las imperfecciones que se ven de un grabado al otro, el cambio de color de la pintura, de la hoja, la posibilidad de seguir moldeando el yeso a veces, etc.), es todo el proceso otra vez. Y te agarrás a lo que podés. Te agarrás a lo primero que vislumbra magia por algún rincón. (Tus amigas están, ¿ves? Pero no necesariamente en tu nueva rutina, y entonces surge un amor casi incondicional por esta gente nueva, que no es el mismo amor pero a veces casi sirve) Y también establecés esas “relaciones superficiales” que están tan de moda. Pero, te das cuenta, no te “nutren”.
Todos le tenemos miedo a la soledad. Todos ¿eh? (el que se anime a decir que no, necesita una buena taza de humeante realidad). Cierto que a veces nos creemos el discursito de “quiero estar sola”(se lo creemos a alguien, nos lo creemos a nosotros mismos, da igual), pero claro, como cobardes que somos, cuando nos damos cuenta que efectivamente estamos solos, no nos gusta tanto. Eso mismo : estar solo sirve por un rato, hasta que te das cuenta, y ahí fuiste.
Es que irremediablemente necesitás a otra gente. Estamos hechos de tal manera que necesitamos de gente como uno. Necesitamos piel, ojos, manos, boca. Necesitamos alma, espíritu, mente, vínculo. Vínculo. La relación con el otro te hace encontrarte (así te salvás de paso de esa soledad “espiritual” de hace unos párrafos atrás) y dejar de esperar, por un rato.

Yo todavía tengo mis baluartes de “no soledad” (usé la palabra baluarte, che).
Está bueno darse cuenta de que nos sentimos solos, sólo para recurrir a estos baluartes que no implican necesariamente un lugar físico sino un conjunto de gente que me llena ese vacío de necesidad de otra persona; y no se trata de cualquier persona. Son personas especialmente elegidas por mí para depositar en ellas la magia de mi vida; y entonces cuando vuelvo a ellas me recuerdan que esa magia existe y entonces no estoy tan sola.

Te das cuenta que nunca estás sola.









(P.d: la foto me gustó. y a Marina la extraño. Y lo de la Chamarra de Borrego es del fanstasma escritor, loco, no puede ser que no la hayan sacado. el capítulo del ladrón que roba cosas para venderlas por droga, que es el amigo de alex, que fuma marihuana. Y la chamarra es de Tina, que en algún capítulo se lo chuponea a alex de la manera más trucha, pero bueno.)

23.9.07

miscelánea

-Punto uno. estoy durmiendo demasiado. ergo, estoy soñando demasiado. ¿Cuál es el momento en que te das cuenta que perdiste completamente la cabeza y/o que tu inconsciente te está jugando un par de trucos y riéndose de vos y de tu inaptitud para darte cuenta de que, efectivamente, perdiste completamente la cabeza? se entiende, ¿no?. Osea, cuando Whoopy Goldberg aparece en tus sueños, y atravesás ascensores de metal, aparecés en ataúdes en clases donde todos transpiran cual canilla abierta...ahí se te tiene que prender la lamparita, ¿cierto?

-Punto dos. la canción de Gustavo Cerati que se llama puente reza: "adorable puente se ha creado entre los dos" y qué sé yo. maravillosa línea. maravillosa canción. un dato cultural nada más.

-Punto tres. Aldana cumple años. 20. yo le diría que tenga un feliz cumpleaños, y si hubiera una frase más original la usaría, lo juro. voy a inventar una por ahí...va a la lista de mis pendientes. (te quiero tanto aldana...)





-Punto cuatro. una vez hice una lista de palabras que me gustaban por su musicalidad, algunas de las cuales, recuerdo, son: borbotón, Cáucaso, sórdido,ignoto, recoveco, baluarte, circunvalar. están buenas, ciertamente.

-Punto cinco. impar.

19.9.07

Mundo Venus



to be continued in roccolate.blogspot.com

17.9.07

el dolor dulce

Hay canciones que me dan ganas de llorar (ayer justo me daba cuenta de que me pasa bastante seguido). Igual son ganas de llorar que no son del todo tristes, claro... porque encima las canciones me parecen maravillosas (o casi) y el hecho de que me remitan a tiempos pasados (y...todo tiempo pasado fue mejor?) no las hace desagradables sino todo lo contrario. Son ganas de llorar como con nostalgia, entonces. Nostalgia bella, angustia dulce, cosquilla un poco y dolor también.
Voy a remitirme a hacer un top 5 (porque está de moda hacer top 5's) para banalizar un poco la sensación que me producen en la barriguita e intentar explicar un poco qué es lo que me retumba en la cabeza cuando escucho todas y cada una de ellas...

1- Se a Vida è , de Pet Shop Boys (inevitablemente arrastré a las chicas conmigo cuando las obligué a ver ese video tan feliz que tiene el tema...me trae al alma recuerdos de veranos y piletas y trajes de baño coloridos y sol y aaagh)
2- Every day is like Sunday, de Morrissey (genio de las temáticas deprimentes, no hay frase que me aniquile más que "todos los días son como un domingo"...además una vez aldi subió una foto de nosotras caminando en una playa a las 6 a-m y puso abajito una frase de este tema, y yo morí del llanto acordándome de nuestras vacaciones juntas...y de cómo nuestra vida era una y ahora es otra aunque es la misma)
3-Pictures of You, de The Cure (tengo una reminiscencia a 2º o 3º año, a alguna mañana en la casa de mía limpiando basura y vómito; y me acuerdo del vómito que pasaba de vez en cuando y de la no preocupación por limpiarlo y dormir con amigas y escaparnos o no y ser adolescentes, qué sé yo)
4- Letterbomb, de Green Day (agujero en la panza cuando me acuerdo de Tilcara y escucho el "where will we all go when it's too late?"...no porque me signifique algo en especial esa frase, porque malísimo...sino que no sé...el ritmo que tiene me produce angustia bella, pero angustia al fin)
5- Disarm, de Smashing Pumpkins (no pongo 1979 porque la escucho tan seguido que el efecto nocivo se le borró de a poco...pero ai, ¿no? como que me mueve las vísceras- no escatológicamente, claro)




(el orden podría ser de 5 a 1 siendo 1 la más terrible. me salió así solo, pero quién sabe...por ahí mi inconsciente...o no)

















-se aceptan sugerencias
ahí se ven, huevones.

14.9.07

5768


No sé. poner la mesa para 10 sabiendo que nadie entra, empezar a “picar” antes que lleguen andy y gaby, brajot y otra vez discutir qué se dice para la manzana con miel, limón en todos lados, papas saborizadas con pollo, pescado, ensalada con mango, yo escribí en fonética (con Y griega) porque yo de hebreo no sé un carajo, pollo que sobró y va a ser sándwich para siempre, el vino kosher, servir la cheescake, tampones y la discusión encendida de la noche, lavar la vajilla, lola haciéndose la hitler, el vino no kosher ahora haciendo estragos en la mesa adulta, salaaaam, las masitas que explotan en mis manos, me tenté no puedo parar, ro que consigue lo que quiere, no te bailo las divinas en público bueno está bien, dejame el chicle para la vuelta porque ya sabés...el cigarrillo, el pete...
Las tradiciones que uno decide conservar. Por más que ...lo que sea.
Shaná tová (yana toba....también)

9.9.07

libertinaje

al lado del Marqués y su filosofía en el tocador , el librito de "it's all about Dino" es un puré de manzana. de todas maneras, aquí va un párrafo que gente como Ro por ahí aprecia...(especialmente por la última oración):


"Her heart had borrowed its way down and made a cosy little nest for itself just below her womb, where it snuggled in and pulsed and gowled and purred happily. It wasn´t coming out of there for love nor money. She was going to have to tear it to little pieces and chuck them away one by one to shift it. She`d fallen in lust"







6.9.07

Fe ciega

La palabra fe está sobrevaluada jodido. No importa; no concierne a los pormenores que se pasarán a elucidar a continuación:

Confiamos en muchas cosas todos los días. Supongo, en verdad, que con “muchas cosas” quiero decir una sola: confiamos en el raciocinio del ser humano.
Ejemplo dado: Gise cruza la calle con miedo, pero cruza, ¿cierto? En ese momento ya está dejando la vida en manos de cualquier persona que, sentada detrás de un volante, decide obedecer cierta ley de tránsito y no pasarle por encima como quien no quiere la cosa (a Gise o cualquier otro peatón que cruza, fe ciega, la calle cuando “tiene luz”).

Y ojito, porque de este ejemplo de deducen infinitos ejemplos más que, si lo consideramos por más de dos segundos, son terriblemente espeluznantes...

Confiamos en que nadie que haya tocado el pasamanos de colectivo tenga sífilis, lepra, etc, cuando no nos lavamos las manos para comer los sandwichitos de miga (sanguchitos, también); confiamos en que los laboratorios que hacen las medicinas que tomamos (y creemos necesitar, tan sobrevaluadas, también) cumplen con todos los requisitos que tienen que cumplir y estamos ciegamente seguros de que las pastillitas que tomamos tienen efectivamente eso que dice en el prospecto que tan pocas veces leemos (algunos pocas, yo siempre), porque confiamos; confiamos en la telefonía móvil (que tan mal anda siempre y nos deja pagando, por crédulos), en Internet (y cuando falta casi no podemos hacer cosas), confiamos en que nadie va a venir de repente y clavarnos un puñal por la espalda (literal, y a veces figurado) o dispararnos con una ametralladora, ponele. Confiamos en la gente que hace nuestros edificios, que cura a nuestros enfermos, que instala nuestras alarmas que detectan monóxido (ninguno puede ser tan irracional y cruel como para conectarla mal a propósito, ¿no?), que hace cumplir las benditas leyes que nuestros alimentos tienen que cumplir para no perforarnos el maldito estómago, que fabrica nuestros autos (o fabrica las máquinas que fabrican nuestros autos), que maneja los colectivos que nos llevan a casa, o los taxis, o los subtes, o los aviones, o lo que sea.

Confiamos, entonces, en la gente, principalmente. Porque es la gente la que hace las leyes y la que tiene que respetar los códigos (llámense señales de tránsito, normas de convivencia, etc). Confiamos en el raciocinio de quien piensa la ley, quien la redacta, quien la cumple y quien la hace cumplir. Desde el ejemplo más individual y pequeño al más amplio mandamiento que existe. Confiamos todo el tiempo, en gente que ni conocemos y con quien muy poco compartimos; en la gente como un particular.
El problema está cuando esa fe se ve traicionada exorbitantemente (como suele pasar, y no me refiero a pequeños errores –porque errare humanum est y todos lo asumimos sin chistar para no pegarnos un tiro a la primer metida de pata). La sensación es de la impotencia y el despojo más grande que existe. Porque si no podemos confiar en el ser humano que tenemos al lado (o en el ser humano como institución), a veces dudamos si podemos confiar en nosotros mismos. O no, pero igual duele.












(la foto no sé, cortar la racha suicida con un poco de otra cosa...la inocencia feliz de la niñez, la nostalgia por tiempos mejores, el encendedor en mi mano que implica un pésimo desempeño de marta en su papel de madre responsable que prefiere sacarme una foto para reírse de mi que evitar que me prenda fuego...esas cosas, ¿no?)

1.9.07

esta humedad

se está burlando de mis huesos y de mi pelo.


tengo una sensación rarísima igual. como cuando empezás algo, y te vuelve loca la ansiedad y las ganas de avanzar y te comés las uñas y los dedos esperando que todo pase rápido pero a la vez sentís que si tuvieras la oportunidad, arreglarías el orden del universo para que los segundos se tomen el doble de espacio en desaparecer. Yo no empiezo nada, sino que "retomo", digamos. Y me dan tantas ganas que no las contengo en el pecho, y me asaltan mientras estoy sola en mi casa viendo la tele y casi que grito. Buenísimo salir de un estado de pijama (porque ese es el nombre que le pusimos)y tener la energía y la expectativa para hacer más. Y hay cosas (y gente) que extrañaba sin darme cuenta y ahora que estoy conciente de cómo se experimenta en el alma y el cuerpo la falta de impulso, me parece inadmisible no prestarle a la vida la atención que se merece.


igual basta de mcdonalds,ponele.
yo cuento con que nadie que no me conozca de verdad lea esto. ¿no? me sentiría levemente desprotegida, me parece.



(y un saludo especial para eugenia que me hizo feliz, y para aldi que hace del estudio una experiencia hasta satisfactoria, y a maru, que me toca el timbre en este instante. ven? ayudan. ah, y a ro, porque asume que no es más un fling)