1.9.10

mirror, mirror (off the wall)

Hablando con mi amiga M. acerca de lo que cada uno representa para los demás...

no sé, en verdad. el reflejo que cada uno puede percibir sobre uno mismo en la mirada de los otros es algo absolutamente mágico (o místico, o algo). dónde demonios (en la infinidad del cosmos) se determina qué produce cada uno en el otro, cómo impacta, qué fantasías o imaginarios despierta. es loco. aleatorio. si tengo o no tengo dominio sobre aquello me excede. por supuesto depende no sólo de uno sino también de la mente (psiquis, cerebro, corazón, tripas) del observador. pero esa parte que depende efectivamente de uno es la que más llama la atención. ¿qué hice yo para merecer esto? (¿qué hice yo concientemente para generar esto o lo otro en X persona?)
otra cosa interesante, o no tanto, es reconocerse o no en eso que uno genera. el espejo de los ojos del otro es como esas cosas que se ven en las ferias sólo en las películas yanquis..."la casa de los espejos", y uno entra en ese pasillo macabro lleno de espejos que deforman, que nos arrojan formas raras, bizarras, interpretaciones distintas de un mismo objeto (en este caso, nosotros mismos). estamos permanentemente en la casa de los espejos, entonces. muchas veces, de hecho, uno trata de reconocerse en los ojos de los demás...y si gusta lo que veo (aunque mi opinión sobre mi misma sea bastante distinta, de hecho), me quedo un rato mirándome ahí.
que alguien me conozca, implica que vea en mí lo que yo misma veo? exáctamente lo mismo? y si mi percepción también está afectada por mis fantasías, mis imaginarios, mis sensaciones sobre mí misma, y las miradas (las imágenes de los espejos) son más reales, menos juiciosas, menos manchadas que la propia? miedo.
por algo (y evidentemente no está en la finalidad de este post definir ese algo) una persona X me ve como me ve, y descubre en mí lo que descubre, y yo tengo la capacidad de despertar en este extraño una sensación particular, por ahí inesperada (generalmente in-intencionada), que a veces me deja con esa idea de que lo que veo en su espejo es una versión de mí que me gusta más que la que yo veo (de ahí lo inesperado), y a veces me gusta menos. si me identifico o no me identifico, es un tema. si lo acepto, y aprendo a verme un rato en ese espejo...
no sé. el impacto y la imagen que nos devuelven. a M y a mí no nos quitó el sueño, pero casi.

9 comentarios:

Camilo dijo...

Yo pienso que el mérito está en influir en el receptor al margen suyo. Los grandes escritores, por ejemplo, consiguen transmitir las mismas emociones a sus lectores sean franceses o australianos. El mayor placer que puede sentir alguien es dejarse llevar a sitios mejores.

Rodrigo Crespo dijo...

Te felicito, muy buen ensayo.
Nuestra autoimagen es la conjugación de lo que sentimos (respecto del yo) con lo que creemos que el resto percibe de nosotros.
- Por eso suele importar tanto la opinión del otro o su aprobación, aunque sean personas que jamás hayamos visto.

- El autoestima va muy involucrado en la fuerza de mi visión, por sobre lo que el resto pueda percibir de mí.

Al fin y al cabo, lo mejor es liberarse del ego.

ale dijo...

Un blog muy interesante. felicitaciones. que tengas un año nuevo lleno de sueños cumplidos!!

usha.digitalinfo dijo...
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usha.digitalinfo dijo...
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usha.digitalinfo dijo...
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usha.digitalinfo dijo...
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usha.digitalinfo dijo...
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